Seguramente en algún momento han escuchado hablar de los hogares inteligentes, pues son espacios en los que se puede automatizar las tareas del día a día con el objetivo de mejorar la calidad de vida y proteger a todas las personas que habitan en estos espacios.
Hay que tener en cuenta que no existen grandes diferencias entre una casa inteligente y una casa que no lo sea, pues solo se trata de mejorar el hogar, así como la electricidad mejoró el hogar y lo hizo más funcional, así lo hará la conectividad, pues solo se trata de mejorar la forma en la que se vive en el hogar.
¿Qué es una casa inteligente?
Para que un hogar sea considerado inteligente, hay que tener en cuenta que si posee los electrodomésticos convencionales, pero su conectividad a la red ya sea a través de internet o a otro dispositivo será el cambio.
La forma en la que se conecta cada dispositivo puede variar, pero en términos generales, la conectividad permite tres cosas, como es la comunicación con otro tipo de dispositivo, las actualizaciones inalámbricas y el control a distancia.
Si llegan a estar conectados, los dispositivos inteligentes presentarán una serie de beneficios en el hogar, una cerradura inteligente para la puerta permite el bloqueo de la misma cuando el usuario lo desee, pero también puede bloquearla y desbloquearla incluso cuando no se encuentra en casa.
Por otra parte, los dispositivos inteligentes pueden funcionar a través de la inteligencia artificial y diferente software, que les permiten funcionar a través del aprendizaje automático, por lo que algunos dispositivos inteligentes pueden llegar a comprender el entorno en el que se encuentran y funcionar de diferentes maneras.
Razones para querer una casa inteligente
Pueden existir múltiples razones para querer tener una casa inteligente, sin embargo, a continuación mencionamos las más importantes para convertir un hogar tradicional en uno inteligente:
Seguridad: las cámaras, cerraduras, los sistemas de alarma, iluminación entre otros beneficios de un hogar conectado permiten que estos puedan ser controlados a distancia y monitorear desde el teléfono inteligente o la tablet para que puedan saber que ocurre en el hogar sin importar dónde se encuentren.
Mayor eficiencia energética: algunos dispositivos inteligentes, como por ejemplo el termostato puede ayudar a conservar y ahorrar dinero al reducir el uso de su energía, así como el monitoreo inteligente de la energía de los electrodomésticos, pues se pueden identificar los patrones de uso y ofrecer diferentes sugerencias para ahorrar energía. Algunos de estos dispositivos utilizan la inteligencia artificial para recopilar los datos y gestionar mejor los recursos.
Comodidad: que las luces se enciendan o se apaguen en función de un horario o que detecte la presencia de las personas que habiten el hogar y de acuerdo a ello muchos de estos electrodomésticos funcionen les aportará comodidad y diversión para los usuarios, asimismo, las luces y otros sistemas de casa pueden ajustarse de acuerdo a las necesidades de las personas que habitan la propiedad.
